De mi época de estudiante en tierras francesas me traje unas
cuantas recetas que suelo hacer bastante a menudo, una de ellas es una versión
de la típica “quiche lorraine”, una tarta salada. Me parece un plato muy
socorrido que lo mismo puedes poner de entrante como de primero y que acepta
casi cualquier cosa. En esta ocasión lo he preparado con espinacas, queso de
cabra y tomate…una combinación de 10! Muchas veces la he puesto en comidas y
cenas con amigos o familia y es algo que siempre triunfa! Animaros a probarlo,
yo os doy la idea, vosotros innovar con lo que tengáis por la nevera o según
vuestros gustos…sólo me queda deciros...bon appétit!
Ingredientes:
- 1 rollo de masa de
hojaldre o masa quebrada (ni decir que si tenéis una buena masa casera mejor que mejor!)
- Cebolla pochada (en su
defecto 1 cebolla)
- Espinacas frescas (pueden
ser congeladas)
- Queso de rulo de cabra
- 1 tomate natural ó
tomates cherry
- 4 huevos
- 1 vaso de leche
- 1 terrina de nata o
crème fraîche
- sal
- nuez moscada
-orégano
Elaboración:
Precalentar el horno a
unos 180ºC
Extender la masa en el molde, podemos usar el papel en el
que suele venir envuelta la masa como papel de horno y así evitar el que se nos
pegue la masa al molde.
Pinchar la masa con un
tenedor y cubrir con peso. Yo suelo tener unos garbanzos que sólo uso para
estas cosas. Hornear durante unos 10 / 15 minutos. Un truco para que luego podáis retirar los garbanzos de manera rápida, colocar un papel de horno entre la masa y los garbanzos.
Saltear la espinaca en una sartén con una gota de aceite y sal (si son congeladas
habría que hervirlas y escurrirlas bien), reservar.
En un bol, mezclar los huevos, la leche y la nata, añadir un poco de sal y
nuez moscada, batir bien.
Poner la cebolla pochada* en el fondo del molde, añadir la mezcla de los
huevos y demás junto con la espinaca. Colocar encima unas rodajas de tomate (o medios tomates cherry)
lo intercalamos con unas rodajas de queso de cabra, espolvorear un poco de
orégano.
*Si no tenéis cebolla
pochada que será lo más normal, es muy sencillo de hacer. Simplemente es picar
cebolla y ponerla en una cazuela con un poco de aceite y sal y dejar que se
vaya pochando a fuego suave. Necesita bastante tiempo, depende también de la cantidad
de cebolla pero calcular como 30 minutos mínimo. Estará lista cuando veáis que
la cebolla tiene un tono como marrón. Como le cuesta tiempo hacer, podéis
hacerlo con antelación. Yo suelo hacer mucha cantidad y luego la pongo en
tarritos con los que hago conserva. Le da un sabor increíble a todo lo que le
pongáis.
Poner la quiche en el horno durante unos 45 min. Hasta que esté dorada y al
meter un cuchillo salga limpio. Si veis que se empieza a dorar demasiado pronto no pasa nada, cubrir la quiche con un poco de papel de plata y listo.
Podéis comerla caliente o templada….de cualquier manera está buenísima. Yo
suelo congelar…como sale bastante cantidad así tengo para otro día. Cómo lo
hago? Una vez que está fría, la divido en porciones, envuelvo cada porción con
papel transparente de cocina y las meto dentro de una bolsa de congelar,
probarlo!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar su comentario.