Cuando pensamos en lasaña lo primero
que se nos viene a la mente es un plato de pasta, bechamel y carne…algo muy
rico por cierto, pero hoy me apetecía cambiar. Aprovechando que mi compi me había
traído unas pencas recién cogidas de la huerta de su madre, he pensado en hacer este plato
diferente pero os garantizo que nada tiene que envidiar a la típica lasaña...gracias
por esas ricas pencas Maine!
INGREDIENTES:
- 1 Manojo de pencas (a poder ser
que sean anchas)
- 250gr de mascarpone
- ½ Bandeja de champiñones
- 1 Puerro pequeño
- 1 Cebolleta
- 1 Pimiento verde pequeño
- 15 gambas (yo usé congeladas)
- 1/3 de vaso de vino blanco
- 7 Tomates secos
- Queso rallado
- Orégano
ELABORACION:
Quitar los hilitos de las pencas con ayuda de un cuchillo ó pelador, lavarlas
bien y cocerlas. Yo las cocí en la olla, al vapor (1,5 minutos), se pueden
cocer de manera tradicional en agua hirviendo hasta que estén tiernas.
Picar la cebolleta, el puerro y el pimiento verde y ponerlos a pochar con un
poco de aceite. Pasados 5 minutos, añadir los champiñones picados, echar sal y
dejar que se cocinen a fuego medio.
A los 5 minutos añadir el vino blanco y dejar que se evapore el alcohol,
añadir los tomates troceados, cocinar otros 5 minutos. Por último, añadir las
gambas y seguido el queso mascarpone. Reservar
la mezcla y dejar enfriar.
Precalentar
el horno a máxima temperatura en modo gril (ó calor arriba).
Ir
poniendo en la fuente del horno, una cama de pencas, un poco del relleno,
espolvorear de queso y orégano y volver a repetir la operación 3 veces.
Espolvorear de queso y orégano la parte de arriba y gratinar hasta que el queso
se haya fundido y esté dorado.
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