Me
encanta aprovechar los productos de temporada como en el caso de hoy, unas
pencas que las voy a preparar rellenas con una salsa muy sencilla….una receta que os recomiendo para niños que les cueste comer verdura...así "camuflada" suelen comerla mejor. Hacía mucho
que tenía ganas de hacer pencas y aprovechando que mi tío me dio unas recién
sacadas del huerto…cómo no iba a aprovechar la ocasión! No desperdiciéis la
oportunidad cuando os ofrezcan productos de la huerta…es lo mejor que vais a
poder cocinar así que…gracias tío ;)!
- Pencas de acelga
- 1 Cebolla grande
- 4 lonchas de pechuga de pavo
- 4 lonchas de queso
- 2 Vasos de caldo de pollo, verduras (podéis usar caldo
ya preparado ó pastilla)
- ½ Vaso de vino blanco
- Perejil picado
- 2 Huevos
- 1 Cucharada colmada de harina + harina para rebozar
- Aceite y sal
Elaboración:
Empezamos
poniendo las pencas de acelga a cocer. Antes de nada, hay que quitarles los
hilitos y lavarlas bien. Para quitarle los hilitos yo suelo tirar de un extremo
con la punta el cuchillo y los hilos salen solos. Esto hay que hacerlo por
ambas partes pero no todas las pencas tienen muchos hilitos, así que tampoco
lleva al final tanto tiempo.
A la hora de cocer las
pencas, tenemos varias opciones, ya sea hirviéndolas en agua hasta que estén
tiernas al pincharlas ó bien, cocerlas al vapor ó en la olla express. Yo
normalmente suelo hacerlas en la olla, pero al vapor. Si tenéis olla,
seguramente tengáis un cestillo para cocinar al vapor, a mí me resulta muy
útil, las verduras no quedan tan “aguadas” y tenemos la ventaja de que se
cocinan en nada. Una vez que sube el vapor yo las tengo 1 minuto, no más. Una vez están cocidas, las
pongo en un plato con papel de absorbente.
Esta es la parte más
sencilla, vamos a ir poniendo, penca, queso, pavo y cerramos con otra penca.
Como las lonchas de pavo y queso suelen ser grandes, podéis cortarlas por la
mitad. Echar un poquito de sal por encima de las pencas, sin pasarnos ya que el
queso tiende a salar un poco.
Para rebozar las pencas,
las pasamos primero por harina, quitamos el excedente y luego las pasamos por
huevo batido, de ahí, a la tartera donde tendremos unas 3 cucharadas de aceite
ya caliente. Dorar las pencas por ambos lados y retirarlas a un plato con papel
absorbente.
En la
misma tartera donde hemos frito las pencas, quitar el exceso de aceite si lo
hubiera y añadir la cebolla picada con un poco de sal y dejar que se dore a
fuego medio (del 1 al 9 en el 5) durante unos 10 ó hasta que veamos que esté
doradita. En ese momento, añadir la harina y remover bien para que quite el
sabor a harina. Echamos el vino blanco, dejamos evaporar unos segundos el
alcohol y seguidamente incorporamos el caldo y un puñado de perejil picado.
Bajar el fuego al 3 y dejar que la salsa se cocine y tome cuerpo removiendo de
vez en cuando durante unos 10 / 15 minutos. Si vemos que la salsa queda muy espesa
le añadimos más caldo ó agua, y si por el contrario nos ha quedado demasiado
líquida, la podemos ligar con 1 cucharadita de maicena diluida en medio vaso de
agua fría.
Antes de
meter las pencas en la salsa podemos pasar la salsa por la batidora para que
quede más fina. Una vez la salsa triturada, la volvemos a verter en la misma
tartera y añadimos las pencas. Volvemos a poner la tartera al fuego 5 minutos
sólo para que tomen bien el sabor de la salsa. Ya las tenemos listas para
comer!
Si las coméis de un día
para otro mejor que mejor, podéis incluso congelarlas….yo suelo hacerlo y la
verdad que el resultado es muy bueno! Y como siempre suelo decir…para congelar
lo mejor que hay en mi opinión son las bolsitas de éstas con “zip”, así nos
aseguramos de que no cojan tanta agua como suele pasar con los tuppers.
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