Hacía tiempo que tenía ganas de hacer natillas…está
muy bien eso de hacer postres un poco diferentes y vistosos pero a mí por lo
menos me gusta también tirar de los postres de toda la vida…que tantos buenos
recuerdos me traen por lo menos. Así que aprovechando que tenía invitados en
casa qué mejor excusa para hacer unas natillas…las de toda la vida…como las que
hacían nuestras madres y abuelas…ñam ñam!!! Veréis lo sencillo que es de
preparar, sólo tenéis que tener un poco de paciencia porque lleva su tiempo el
que la crema cuaje y hay que darle vueltas constantemente pero…os garantizo que
merece la pena!
- 8
Yemas de huevo (tamaño L)
- 1 L
de leche
- 6
Cucharadas de azúcar
- 2
Cucharadas de azúcar avainillada (opcional, si no tenéis de la normal)
- 2
Cucharadas de maicena
- 1 ó 2
ramas de canela
-
Cáscara de 1 limón
-
Canela molida
-
Galletas María
Elaboración:
Poner a hervir la leche
junto con las ramas de canela y la cáscara del limón. Cuidado a la hora de
sacar la cáscara el limón, acordaros de no cortar la parte blanca del limón ya
que suele amargar. Yo suelo hacerlo con un pelador de patatas, funciona muy
bien. Cuando hierva la leche, apagar el fuego y dejar templar.
Mientras tanto, vamos a
mezclar las yemas con los dos tipos de azúcar hasta que veamos que la mezcla
coge un poco de volumen y el color se vuelve más blanquecino. Si tenéis una batidora
con varillas usarla que os resultará más cómodo pero se puede hacer
perfectamente con una varilla manual.
Cuando tengamos bien
mezcladas las yemas con el azúcar, añadir la maicena y mezclar bien.
Añadir la leche que
previamente la habremos colado a la mezcla de yemas, azúcar y maicena, remover
con cuidado que todo quede bien integrado. Echar la mezcla a la cazuela y llevarla al fuego.
Ahora hay que tener un poco de
paciencia, es cuestión de remover poco a poco y a fuego más bien suave, en
cocinas del 1 al 9 mantener el fuego en el 4. Veréis cómo la mezcla que primero
es líquida poco a poco va cogiendo cuerpo, esto os llevará unos 30 / 40
minutos, depende de los fuegos y de las cazuelas.
Para evitar que os queden
grumos, podéis usar una varilla a la hora de remover. Yo suelo empezar con una
espátula de madera y si veo que al final me va a quedar algún grumo termino de
remover con la varilla. De todas maneras, no os preocupéis que siempre podéis
pasar la batidora en el último momento.
Cuando estén listas las
natillas, repartirlas en los moldes. Espolvorear un poco de canela molida por
encima y colocar por último una galleta. Cuando hayan perdido calor, meterlas
en la nevera, fresquitas entran mucho mejor.
Un consejo, los que me
conocen saben lo “tiquismiquis” que soy con el tema de conservar los
alimentos…así que, os recomiendo que una vez tengáis las natillas frías y justo
antes de meterlas en la nevera, las tapéis con film de cocina, de ésta manera
evitaréis que cojan cualquier sabor “extraño” de la nevera y se conservarán
mucho mejor J.
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