Supongo
que todos conoceréis ésta receta…seguramente sea una de esas recetas que se
prepara en casi todas las casas y que pasan de generación en generación aunque
sin grandes cambios. Si queréis darle un toque diferente, jugar con los sabores
ó esencias. Veréis que se trata de una receta muy sencilla de hacer y siempre da
buenos resultados, así variamos un poco el desayuno, que de vez en cuando no
viene mal.
- 3 Huevos
- 1 Yogur
- 1 Medida de yogur de azúcar
- 1 Medida de yogur de aceite
- 3 Medidas de yogur de harina
- 1 Sobre de levadura
- 1 Cucharada agua de azahar (opcional)*
*A mí me encanta ese
toque que le da el agua de azahar pero podéis darle sabor con lo que queráis,
con un yogur de sabor, con ralladura de limón / naranja, canela, podéis
meterle trocitos de fruta, chocolate…
Elaboración:
Echar el
yogur en un cuenco y reservar.
En un
bol, poner los huevos con el azúcar y batir bien (mejor con varillas
eléctricas) hasta que veamos que el color es un poco más blanquecino y esté
espumosa la mezcla. Añadir el yogur, mezclar.
Añadir
la harina tamizada (pasada por un colador) a pocos mientras lo mezclamos todo
con la batidora, de esta manera evitaremos grumos. Seguimos añadiendo el resto
de ingredientes, la levadura (también tamizada), el aceite y la esencia que
hayáis elegido. Mezclar todo bien durante un par de minutos, hasta que veamos
que no hay ningún grumo. Ya tenemos la masa lista para hornear.
Es el
momento de echar la mezcla que acabamos de preparar a un molde que sea apto para
el horno. Yo suelo usar uno alargado o uno redondo pequeño. Tengo un spray que
va muy muy bien para luego desmoldar los bizcochos sin problema…salen solos! Pero
no hay que ser tan “pijos” como yo….untarlos con un poco de margarina /
mantequilla y espolvorear con harina, retiráis el excedente de harina y
lograréis el mismo resultado.
Con el
horno bien caliente, meter el bizcocho y hornear a 180º durante unos 40
minutos, hasta que veamos que al meter un cuchillo el filo sale limpio.
*Un consejo: Si os pasa como a nosotros, que somos dos en casa y queréis que
el bizcocho os aguante como recién hecho durante días, os doy mi truco. Cuando
saquéis del horno el bizcocho, esperar 5 / 10 minutos a que pierda un poco de
calor, desmoldarlo y tal cual (estará caliente todavía) envolverlo bien en
papel film de cocina. Os garantizo que funciona y tendréis un bizcocho jugoso y
esponjoso durante días.
Podéis también
congelarlo con el mismo sistema, no quedará quizás como recién hecho pero el
resultado aún así es muy bueno, probarlo!
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