Atento todo el mundo que la receta de hoy es de práctica obligatoria.
Quizás muchos de vosotros conozcáis los clásicos sandwiches croque monsieur et
madame. Se trata de dos sandwiches tradicionales franceses que ya sabéis que a
una le tira mucho esa tierra y cuando estudiaba allí los comíamos muchas veces,
incluso los solían poner en el comedor del liceo…así que para mí es como darle
un bocado a unos muy buenos recuerdos. Os aviso que el sandwich en cualquiera
de sus versiones es bastante contundente al llevar la beshamel pero también son
una delicia así que espero que os animéis a prepararlos…querréis repetir seguro !!
Bon appétit !!
- 2 Rebanadas de pan de molde
- 2 Lonchas de pechuga de pavo
- 2 Lonchas de un queso (Edam,
gouda, emmental…alguno que funda bien)
- Queso rallado (4 quesos)
- Mantequilla ó margarina para untar
los panes
- 1 Huevo
Para la beshamel:
- 250ml de leche
- 15g. de harina
- 15g. de mantequilla (ó aceite de
oliva)
- Nuez moscada y sal
Elaboración:
Antes
de que se nos olvide, hay que poner a calentar el horno a máxima temperatura en
modo Grill (ó calor sólo por arriba).
Empezamos
preparando el sándwich, a la plancha. Untamos una tapa con mantequilla, colocamos
una loncha de pavo encima de la tapa que esté sin untar, ponemos encima el
queso. Tapamos con otra rebanada de pan y untamos la cara que está hacia arriba
con mantequilla.
Ponemos
una sarten anti adherente a calentar y cuando este bien caliente ponemos el sándwich
y dejamos que se vaya tostando a temperatura media. Pasados unos pocos minutos
ya estará doradito y le damos la vuelta, dejamos tostar el otro lado otros
pocos minutos.
Es
el turno del huevo, aquí tenemos dos opciones, se puede hacer el huevo frito
con mucho aceite a fuerte temperatura ó bien se puede hacer a la plancha. A mí
para los sándwiches y hamburguesas me gusta más el huevo a la plancha. Para esto,
hay que poner sólo un chorrito de aceite en una sartén y cuando esté bien
caliente se añade el huevo con un poco de sal. Dejamos justo que las claras se
cuajen para poder colocar luego el huevo en el sándwich, se hará un poco más en
el horno. Si ponemos directamente el huevo crudo en el sándwich correremos el
riesgo de que se nos desparrame por todas partes.
Poner con cuidado el huevo encima, cubrir el sándwich (excepto la yema)
con salsa
Para la salsa beshamel:
Este paso lo podemos tener ya adelantado.En
un cazo, ponemos a hervir la leche.
Calentamos en otro cazo la mantequilla hasta que se funda, añadimos la harina y removemos bien
a fuego medio con una varilla para que pierda el sabor a harina.
Añadimos la leche
de golpe, un poco de sal y un poco de nuez moscada. Cocinamos la beshamel sin
dejar de remover durante unos 5 / 7 minutos a fuego medio hasta que veamos que
espesa. Tiene que quedar como una crema. Cuando esté lista, la retiramos a un cuenco y dejamos atemperar.
Vamos a terminar
el sándwich. Os voy a decir cómo lo hago yo para que a la hora de comerlo tengamos la yema prácticamente sin hacer, si preferís que la yema esté completamente
cuajada lo que tenéis que hacer es gratinar el sándwich ya con el huevo desde
el principio hasta que esté bien doradito.
Para un sándwich con
la yema poco hecha, echamos un poco de salsa beshamel por encima del sándwich
que cubra bien todas las esquinas para que al hornear no se nos quemen. Espolvoreamos
un poco de queso rallado por encima y lo gratinamos justo unos minutos hasta que
el queso empiece a fundirse y lo sacamos del horno.
Ahora, colocamos con
cuidado el huevo por encima y volvemos a espolvorear con queso rallado. Volvemos
a poner el sándwich a gratinar lo mismo, unos pocos minutos hasta que el queso
se funda y esté algo doradito.
Mirad qué buena pinta tiene…me está diciendo “cómeme”!
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