Queridos golosos y golosas, hoy un dulce de esos que seguro que
entraran en vuestro ranking de preferidos…jeje. Se trata de unos bollos
de canela, algo ideal para untar en el café o para comer tal cual ya que no
resultan nada secos. Creerme cuando os digo que la elaboración no tiene ningún
misterio, sólo necesitáis organizaros un poco por los tiempos de levado…pero
eso es todo. La receta es muy agradecida ya que salen bastantes bollos…podéis
hacer la mitad de la receta, congelar los bollos que os sobren o hacer como yo…el
reparto! Entre familia y oficina…no sobra ni uno! No tengáis miedo a éstas
recetas, ánimo con ellas que os sorprenderá el resultado J!
- 25 gr. De levadura fresca
- 75gr, de mantequilla a temperatura ambiente
- 75gr. De azúcar
- 550gr. De harina de fuerza
- 300ml de leche tibia
- ½ cucharadita de sal
Para el relleno
- Mantequilla derretida (como 50gr)
- Azúcar moreno (al gusto)
- Canela (al gusto)
- Manzana reineta
Para el baño:
- 50gr de mantequilla fundida
- 2 Cucharadas de leche
- 1 Cucharada de azúcar moreno
- Un poquito de canela molida
Para el glaseado
- 75gr de azúcar glas
- 1 ó 2 Cucharadas de agua
- 1 Cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
*Con las cantidades que os marco salen como unos 18 / 20 rollos, según el tamaño claro!
Elaboración:
Mezclar la levadura con la
leche.
En un bol, tamizar la
harina, echar el azúcar y la sal. En medio, hacer un agujero y añadir la leche
con la levadura, mezclar bien hasta tener todos los ingredientes bien
incorporados. Obtendremos una masa un poco pegajosa, es normal.
Añadir la mantequilla a
pocos y seguir amasando hasta obtener una masa lisa y que no se nos pegue a las
manos. Si veis que se os resiste y se pega un poco, añadir un poquito más de
harina.
Hacer una bola y dejar en un bol
tapado con film hasta que doble el volumen (1 hora, puede ser un poco más, según la temperatura que tengamos en casa).
Pasado el tiempo de levado, amasar
un poquito, sólo para quitar el aire. Como sale bastante cantidad, yo suelo
partir la masa en dos, una de ellas la relleno con manzana y la otra sólo con
azúcar y canela, pero esto a vuestra elección.
Extender la masa con la ayuda de
un rodillo y con un poco de harina. Darle forma de rectángulo…o algo que se le
parezca…estamos cocinando para casa…
Con un pincel, vamos a untar con
mantequilla fundida el fondo. Encima, espolvorear el azúcar moreno, la canela y
las manzanas que habremos cortado en trocitos muy pequeños. Con cuidado,
enrollar la masa, de la parte más larga.
Con un cuchillo bien
afilado, cortar trocitos de rollo de unos 3cms, o según los queráis, Tener en
cuenta que luego suben, así que contra más ancho sea el trozo más grande será
el rollo. Colocar los rollos en una placa de horno con papel vegetal, taparlos
con un paño limpio y dejar reposar 15 minutos.
Mientras tanto, precalentar
el horno, calor arriba y abajo a 190º, yo suelo usar ventilador porque pongo
dos bandejas a la vez y así el calor es más uniforme pero no es necesario.
Vamos a preparar el “baño”, no hay más que
mezclar todos los ingredientes. Pincelar cada rollito con la mezcla y hornear
durante 15 minutos. Sabremos que los bollos están listos cuando veamos que
empiezan a dorarse.
Aquí los tenemos, recién salidos del horno…no me diréis que no dan ganas de comerse uno!
Para el glaseado, poner en
un bol el azúcar glas, añadir primero 1 cucharada de agua, la cucharadita de
esencia y mezclar con una varilla. Tiene que tener una consistencia como la de
una crema…si vemos que está muy espeso le pondremos otra cucharada de agua.
Esto también es a gustos, si queréis el típico glaseado que cubra bien y que
deje una capa blanca, necesitaréis menos agua ya que tendréis que lograr una
mezcla más espesa.
Cubrir los rollos con un
poco del glaseado, dejar que se enfríen…si es que tenéis paciencia!
Aquí tenemos la versión con manzana…
Alguna imagen más por si
alguno anda con dudas...probar a hacer ésta receta, el resultado es buenísimo J!
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