Os propongo una manera diferente de hacer
guisantes, en ésta ocasión con huevo. Es un plato que os recomiendo para que lo
tengáis en vuestro repertorio para el “día a día” ya que no necesita mucho
tiempo, sobre todo si usáis guisantes ya cocidos y es un plato completo. Para
los que como yo, tengáis que tirar de taper todos los días…anotaros ésta
receta. Ya sólo me queda deciros….bon appétit!
- Guisantes*
- Cebolleta ó cebolla
- 2 tomates maduros
- 1 Diente de ajo
- 1 Vaso de caldo (casero o podéis usar 1/4 de pastilla de caldo concentrado)
- 1/4 de Vaso de vino blanco
- Colorante ó azafran
- 1 Cucharadita de pimentón
- 2 huevos
*Podéis usar guisantes frescos, congelados ó en conserva. Lo único a tener
en cuenta son los tiempos de cocción.
-Guisantes congelados: Calcular como 5 minutos a partir del momento en el
que hierve el agua, si son de bolsa, lo mejor siempre es mirar las indicaciones
del fabricante.
-Guisantes frescos, calcular unos 15 / 20 minutos desde que hierva el agua,
dependerá del grosor.
-Otra opción es usar guisantes frescos pero que han sido congelados como es
mi caso. Yo suelo comprar los guisantes frescos, los desgrano y justo los
escaldo, es decir, los pongo a hervir 1 minuto, los saco, los pongo en un paño y
una vez fríos los congelo. Suelen tardar poco más que si cocemos los frescos.
Lo mejor siempre es que comprobéis, es muy complicado decir los tiempos
exactos cuando el tamaño varía tanto
-Cantidad: Calcular como 300g de guisantes congelados ó en conserva, y si
son frescos, necesitaréis unos 700g/800g con la vaina
Elaboración:
Poner a
hervir los guisantes.
Mientras
tanto, poner a dorar el diente de ajo laminado y picar la cebolleta. Cuando el
ajo empiece a coger color, añadir la cebolleta y pocharla con un poco de sal.
Para esto, hay que dejar cocinar a fuego medio suave durante 5 minutos. Veremos
que la cebolleta se vuelve como transparente. En ese momento, añadir el tomate
rallado con un pelin de azúcar, mezclar y seguir pochando durante otros 5
minutos.
Subir un
poco la temperatura, añadir el vino y dejar evaporar un minuto, volver a bajar
el fuego a temperatura suave, añadir el caldo. Si vamos a usar una pastilla, podéis
desmenuzarla directamente sobre las verduras y añadir un vaso con el caldo de
cocción de los guisantes. Probar de sal, las pastillas suelen ser saladas por
lo que seguramente luego al añadir los guisantes no necesitaremos echarles sal.
Ah! Se me olvidaba casi lo más importante….acordaros de
tener a mano un trozo de pan…éste plato es de esos de untar y disfrutar!
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