Hace muchos años que probé el
salmorejo de la mano de una gran amiga cordobesa y desde entonces me enamoré de
él. Es un plato muy socorrido para éstos días de calor en los que no apetece
cocinar y sólo entran cosas fresquitas. El salmorejo es una especie de sopa
fría de tomate que se asemeja al gazpacho aunque con una textura más espesa y
que lleva menos ingredientes, básicamente es tomate, pan, ajo, aceite y sal. Se
suele acompañar con unos taquitos de jamón y huevo duro. Y después de la clase teórica
toca la práctica…jeje! Vais a ver lo rico que está!!!
Ingredientes:
- 4
Tomates grandes y maduros
- Un
trozo de pan (unos 100gr aunque según lo carnoso que sea el tomate puede ser más ó menos)
- 1/3
de diente de ajo
-
Aceite virgen extra
- Sal
Elaboración:
Vais a ver que no tiene ningún
misterio hacer un buen salmorejo. El secreto está en los ingredientes, cuanto
mejor sea la materia prima mejor estará. Realmente podéis hacerlo con cualquier
tipo de tomate siempre y cuando estén en su punto aunque lo ideal es hacerlo
con un tomate carnoso y de calidad. Con respecto al pan, a mí me gusta poner un
buen pan sobado con mucha miga, como los de pueblo…por aquí tenemos un pan que
traen de un pueblecito de Navarra, Meano, que es buenísimo! Pero con cualquier
hogaza o pan casero vale.
Vamos con la receta, lavamos los
tomates, los pelamos y les quitamos las semillas. Troceamos los tomates y los
ponemos en el vaso de una batidora. Echamos sal y el ajo troceado. A mí el ajo
no es que me siente muy bien así que suelo ponerle más bien poco…de un diente
de ajo para ésta cantidad de tomate le pongo 1/3…pero es cuestión de gustos… Las
cantidades son un poco a ojo porque según lo carnoso que sean los tomates
necesitará más o menos pan. La textura tiene que ser como la de una crema ó puré.
El aceite es también al gusto, calculad más o menos unos 75ml aunque lo mejor,
es que vayáis probando.
Una vez tengamos todos los
ingredientes en el vaso de la batidora los trituramos un ratito hasta que
tengamos una textura cremosa y sin grumos. Si queréis, podéis colar el
salmorejo aunque a mí me gusta tal cual.
Es recomendable dejar reposar y
enfriar el salmorejo, si podéis hacerlo de un día para otro mucho mejor.
Antes de servirlo, lo acompañaremos
con huevo duro picado y unos trocitos de jamón serrano.
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