Nada mejor que una buena sopa para entrar en calor, eh? Con
el tiempo que hace apetece meterse un buen plato de cuchara…hoy os traigo una
receta clásica, una sopa de ajo. Seguramente habrá un montón de recetas
diferentes, a cada cuál más buena pero yo os traigo mi versión con el pan “sopako”.
Es un pan ideal para ésta sopa pero como siempre os digo…tomarlo como una
referencia y añadir el pan que más os guste, eso sí, el pan que sea del día
anterior. Este plato es muy agradecido y es que además de la sopa, con el pollo
y garbanzos que usaremos para el caldo podemos preparar otros platos, echarle
un poco de imaginación, yo os ayudaré con algunas recetas de “aprovechamiento”,
ya sabéis que no me gusta tirar nada…jeje!
Para el caldo:
- 2 Muslos de pollo
- 2 Huesos de jamón
- 1 Rama de apio
- 2 Puerros
- 3 Zanahorias
- 1 Cebolla
- 1 Puñado de garbanzos
Para la sopa:
- 1 Barra de Sopako (pan duro en su
defecto)
- 3 pimientos choriceros grandes
- 10 dientes de ajo
- 1 Cucharadita de pimentón
- 4 huevos
- Aceite de cayena ó 1 guindilla (si
os gusta con un toque picante)
Elaboración:
Para el caldo:
La víspera, poner a remojo los
garbanzos por un lado y los pimientos choriceros por otro para que se hidraten.
Yo suelo poner peso encima de los choriceros para que queden siempre cubiertos
de agua y así se hidraten bien. Hay algunos pimientos que son menos carnosos
que otros, este truco os vendrá bien si los que tenéis son más secos. Otra
opción es poner una cucharada de carne de pimiento choricero (la venden ya
preparada en unos tarritos de cristal). Para sacar la carne es muy sencillo, cuando los pimientos estén bien hidratados se saca la carne con la parte del cuchillo que no tiene filo.
Limpiar las verduras, y cortarlas en
trozos grandes. Poner un poco de aceite en la olla express y añadir los
ingredientes excepto los garbanzos y los huesos de jamón. Dorar durante 5
minutos a fuego más bien fuerte, con cuidado de que no se queme nada. Esto nos
ayudará a tener un caldo con un color más oscuro.
Añadir el agua, los huesos de jamón y subir el fuego hasta que hierva. Añadir en ese momento los garbanzos. En este
paso veréis que empieza a aparecer una capa de espuma a la superficie, la vamos
a quitar con la ayuda de un cucharón. Echar sal y cerrar la olla. Dejar cocinar
a fuego medio durante 15 minutos desde que sube el vapor. Dejar enfriar la
olla.
Cuando podamos abrir la olla, colar
el caldo y retirar la carne, las verduras y el pollo a un plato y tirar los
huesos de jamón. Para la sopa sólo vamos a necesitar el caldo pero…el resto se
aprovecha, no se tira nada! Podéis comer los garbanzos salteados con un diente
de ajo, pimentón y unas espinacas por ejemplo. Las verduras están buenísimas
con un poco de sal gruesa y un chorrito de aceite virgen. Y con el pollo podéis
hacer unas croquetas, rellenar unas berenjenas o comerlo con salsa de tomate
por ejemplo.
Por último, un paso muy importante…desgrasar
el caldo. Lo ideal es hacerlo cuando el caldo está frío ya que la grasa tiende
a subir y forma una capa que es bastante sencilla de quitar. En cualquier caso,
con el caldo caliente también se puede hacer, sólo hay que retirar con un
cacillo la grasa que está en la parte superior. Necesitaréis quitar varios
cacillos de grasa…que no os asuste que sean tantos…es normal.
Para la sopa:
Cortar los ajos en láminas y poner a
dorar con un poquito de aceite virgen, cuando los ajos empiecen a coger algo de
color, añadir la guindilla (ò un chorrito de aceite picante) y el sopako que tendremos troceado en láminas finas.
Remover bien los ajos y el pan y cuando el pan esté doradito, añadir la carne
de los pimientos choriceros y el pimentón, remover un poco y cubrir con el
caldo. Dejar cocer durante 10 / 15 minutos, removiendo para “romper” el pan.
En el último momento, batir los
huevos en un plato y añadirlos en un hilito mientras removemos el caldo. Servir
bien caliente
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