A pesar de que ya no sea
oficialmente temporada de fresas por ésta zona seguimos encontrando fresas y de
muchísima calidad así que ya tenía excusa para hacer ésta tarta. Es uno de mis
postres preferidos, es una tarta para comer fría, muy suave y con mucho sabor,
os animáis a probarla? No os vais a arrepentir ;)
- 500gr de fresas
- 1 Tarrina de queso cremoso (200gr)
- 200ml de nata para montar
- 130ml de leche
- 80gr de azúcar
- ¾ Partes de 1 paquete de galletas tipo digestive
- 60gr de mantequilla
- 2 Hojas de gelatina
- 1 Sobre de gelatina neutra
- 1 Bote pequeño de
mermelada de fresa
Elaboración:
Trituramos
las galletas, si tenéis el típico accesorio de picador que viene con la
batidora perfecto, y si no, podéis meter las galletas dentro de una bolsa tipo
como las de congelación y con un rodillo machacar las galletas hasta obtener
una textura como de arena.
Por otro lado derretimos la mantequilla en el micro y la mezclamos con las galletas trituradas.
Por otro lado derretimos la mantequilla en el micro y la mezclamos con las galletas trituradas.
Colocamos un papel de horno en el fondo del molde de la tarta para que luego nos resulte más sencillo desmoldar y pasar la tarta a un plato. Cubrimos el fondo con la masa de galletas y mantequilla fundida y presionamos bien para que quede todo bien compacto. Tapamos el molde con papel de aluminio y lo llevamos a la nevera a enfriar mientras preparamos la masa.
Lavamos y secamos las fresas.
Quitamos el rabito y las troceamos. Trituramos las fresas con la mitad del
azúcar (40gr) y reservamos el resultado.
Mezclamos el contenido del sobre con
la mitad de la leche. Calentamos la otra mitad de la leche y la echamos en el
bol, lo mezclamos todo bien y reservamos.
Montamos la nata con la otra mitad
del azúcar (40gr).
Ponemos
en un bol grande las fresas trituradas, echamos la leche con la gelatina y
mezclamos bien. Añadimos el queso cremoso y volvemos a mezclar bien hasta que
no queden grumos. Si tenéis una batidora con varillas lo haréis en un momento.
Volcamos la masa en el molde donde
tenemos la base de galletas, tapamos bien y lo dejamos enfriar en la nevera. Lo
ideal es hacer de un día para otro para que cuaje bien la tarta pero si no
tenéis tanto tiempo procurad dejarla un mínimo de 3 ó 4 horas.
El último paso es poner la cobertura
de mermelada en la tarta. Sólo tenemos que poner a hidratar las hojas de
gelatina en agua fría durante 5 minutos. Transcurrido ese tiempo veremos cómo
la gelatina está blandita.
Calentamos la mermelada en el micro,
escurrimos bien la gelatina y la mezclamos a la mermelada. Si veis que la
mermelada está muy caliente esperad un poco antes de volcarla sobre la tarta.
La mermelada la calentamos sólo un poco para ayudar a disolver la gelatina.
Desmoldamos la tarta y decoramos con
las fresas que habíamos reservado. Esta tarta hay que comerla bien fría así que
mantenerla en la nevera hasta la hora del postre…eso sois capaces de esperar
tanto jeje!
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