Mucha gente piensa que es un
engorro lo de hacer una pizza casera, que si se necesita mucho tiempo…muchos
ingredientes…una amasadora….para nada! Os voy a dar la receta de una masa de
pizza que se prepara en 10 minutos más 1 hora de reposo, con ingredientes que
encontramos en cualquier súper, se puede congelar, con un resultado increíble y..apta para los más novatos en cocina! Si tenéis niños en casa, dejad que os ayuden…les encantará eso de mancharse las
manos y decorar la pizza a su gusto.
Las pizzas admiten cualquier
ingrediente, para la de hoy he escogido una que no lleva tomate, pero veréis lo
buena que está, espero que os animéis a probarla….os aseguro que repetiréis, ;)
Para la
masa*:
- 250gr.
De harina
- 150ml
de agua templada
- 15gr.
De levadura fresca
- 2
cucharadas de aceite virgen
- 1
pellizco de sal
*Con éstas cantidades tendréis para una pizza
de unos 30’ de diámetro, si os fijáis en las fotos, yo normalmente hago el
doble ya sea porque estamos más en casa o porque aprovecho para congelar la
mitad de masa que os lo recomiendo porque queda muy bien
Para la pizza:
- 200ml
de nata para cocinar
- 1
Cebolleta
- 1
Bola de mozzarela (usaremos la mitad)
- Setas
ó champiñones
- Bacon
en trocitos
- Queso
rallado mozzarela
- Queso
rallado 4 quesos
-
Orégano
- 1
chorrito de aceite
-
Especias pizza (opcional)
La masa necesita un poco de reposo,
con tenerla una hora en la nevera será suficiente pero también podéis
prepararla con antelación y dejarla en la nevera de víspera, en éste caso, es
mejor que la saquéis como 15 minutos antes de usarla.
Como siempre que vayamos a usar
harina empezaremos tamizándola. Hacemos un hueco en medio de la harina, como si
fuera un volcán.
En
un vaso, mezclamos la levadura con el agua templada y la echamos en el centro
de la harina. Añadimos un pellizco de sal y el aceite. Mezclamos todo bien.
Terminamos
amasando un poco en la mesa, tenemos que conseguir que todos los ingredientes
queden bien integrados hasta que podamos formar una bola con la masa sin que se
nos pegue a las manos. Si veis que necesitáis más harina no dudéis en echar un
poco más.
Elaboración
de la pizza:
Empezamos
preparando lo que más tarda que son las setas y la cebolla. Pasamos un paño
húmedo por las setas y las troceamos en tiras. Calentamos un chorrito de aceite
y salteamos las setas con un poco de sal. Cuando esté doraditas las retiramos.
En
la misma sartén, añadimos otro chorrito de aceite y cuando esté caliente,
echamos la cebolleta bien picada, ponemos un poco de sal y dejamos que se poche
a fuego medio (en cocinas del 1 al 9 lo haremos en el 4). El tiempo dependerá
de la cantidad de cebolla que hagamos, pero si hacéis una cebolleta que para la
pizza será suficiente, tardará unos 15 minutos. Sabremos que la cebolla está en
su punto cuando haya reducido bastante y sobre todo, cuando tenga un color como
marrón.
La
cebolla la podéis tener adelantada de antes e incluso de víspera, y ya que
hacéis, no dudéis en hacer más cantidad y así tendréis una rica cebolla pochada
para cualquier cosa.
Damos forma a la pizza ayudándonos
de un rodillo. Ponemos la masa encima de la placa que vayamos a usar para
hornear. Cubrimos el borde con unos trozos de queso, espolvoreamos un poco de
orégano y tapamos el queso con la masa, así tendremos el borde de queso listo.
Ahora, ponemos la cebolla pochada en
el fondo de la pizza, cubrimos con nata y encima echaremos bien de queso. Por
último, esparcimos los ingredientes restantes, las setas, el bacon y para
rematar, un poco de orégano y si tenéis y os gusta, un poco de especias para
pizza.
Sólo nos queda meterla en el horno
que previamente lo habremos calentado a 200º (con calor arriba y abajo) y en
unos 12 / 15 minutos tendremos lista una pizza de escándalo!
Y para que veáis que no exagero
mirad la buena pinta que tiene! Os garantizo que sale súper buena y nada tiene
que envidiar a las que compramos ;)
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