Vamos con
una idea para poner como entrante uno de estos días, son unos vol-au-vents con
un relleno muy sencillito de nata y champiñones. Los vol-au-vents son siempre
una buena opción para poner en comidas ya que admiten cualquier relleno, se
pueden comer tanto frío como calientes y por lo general, gustan a todo el
mundo. En el caso de hoy los vamos rellenar con una especie de salsa carbonara
que lo bueno que tiene es que el relleno se puede preparar de víspera y así, el
día de celebración no tenemos más que rellenar, hornear y disfrutar! Seguro que
sorprenderéis a la familia y amigos J
- 150gr. De panceta ahumada
- 1 Brick de nata para cocinar
- 2 Chalotas pequeñas*
- 4 Champiñones hermosos
- 1/3 de vaso de vino blanco
- 1 Bandeja de vol-au-vents
- 1 Huevo
- Un poco de queso mezcla para hornear
- Orégano
- Nuez moscada
*Si no encontráis chalota, que hoy en día ya vemos en
casi todos los súper, no dudéis en usar cebolleta, cebolla roja ó de la
normal….al final la chalota es de la familia de la cebolla por lo que cualquier
otra variedad le irá bien.
Elaboración:
Troceamos la
panceta y la ponemos la a dorar en una sartén antiadherente sin nada de aceite.
Cuando esté bien dorada, la retiramos a un plato. En esa misma sartén y con la
propia grasa que ha soltado la panceta, doramos la chalota sin nada de sal, ya
que la panceta tiende a ser salada. Dejamos dorar la chalota a fuego
medio (en cocinas del 1 al 9 lo tendremos en el 4), dando vueltas para que
no se nos queme…sólo queremos que coja un color un poquito dorado, nos llevará
unos 7 / 10 minutos.
Cuando
la chalota esté en su punto, añadir la panceta y mezclar.
Mientras
tanto, lavamos y picamos bien pequeñitos los champiñones y los añadimos a la mezcla de
chalota y panceta con un pelin de sal. Echamos el vino blanco, subimos el fuego un
poco durante 1 minuto para que se evapore el alcohol y de nuevo a fuego medio para dejar que los champiñones se hagan hasta que absorban su propio jugo y estén
algo doraditos. Esto nos llevará unos 10 / 15 minutos.
Añadimos la nata, un poco de nuez moscada, la yema de huevo, un poco de queso rallado y mezclamos bien, dejamos que
todos los sabores se integren a fuego suave (en el 3) durante 5 minutos.
Retiramos el relleno a un plato y lo dejamos enfriar. Este paso se puede hacer perfectamente con
antelación, incluso de víspera, que es lo que yo suelo hacer para ahorrar
tiempo y así, tener el relleno bien frío y poder rellenar mejor los
vol-au-vents en el momento de la comida.
Con el
relleno frío, vamos rellenando con una cucharilla cada vol-au-vent. Espolvoreamos un poco de queso rallado y orégano por encima y directamente al horno ya
precalentado a 180º, primero unos 3 /5 para que el relleno se caliente, y luego
subimos la temperatura al máximo justo para que se funda el queso, y del horno a
la mesa, para comerlos bien calentitos….mmmm!!!!
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