miércoles, 16 de noviembre de 2016

EMPANADILLAS DE JAMON IBERICO Y CEBOLLA POCHADA

Un clásico en mi cocina….las empanadillas. No porque solamos comer habitualmente pero sí que suelo tener siempre en el congelador que luego te vienen de cine cuando andas sin tiempo ó tienes visitas….Es algo que suelo preparar cuando tengo sobras de cualquier relleno ó como en el caso de hoy, que tenía un bote abierto de cebolla pochada y sobras de jamón ibérico…y la verdad, que la mezcla junto con el queso cremoso ha sido un acierto total, vaya, que las tenéis que hacer, sí ó sí! Jeje! Además, que no hay por qué tener ni cebolla pochada ni el jamón tiene que ser ibérico…aunque es cierto que le da otro saborcito…y si no, que se lo pregunten a mi sobri que las devora!

Ingredientes:
- 1 Paquete de obleas de empanadillas
- 1 Terrina de queso cremoso ó de untar
- 100gr. de jamón ibérico picado (yo tenía ibérico, pero usad el que tengáis, podéis sustituirlo por jamón york ó pavo)
-  Cebolla pochada**
- Sésamo (opcional)
- 1 Huevo
**Notas: Yo suelo tener cebolla pochada en conserva, pero no es necesario tenerla, por supuesto. Podéis picar 1 cebolla y dejar que se poche a fuego lento con un poco de sal hasta que veáis que coge un color así como marroncito…cuanto más tiempo mejor, pero si no disponéis de mucho tiempo, dejarla unos 10 / 15 minutos, el sabor no será el mismo ni el color, pero el resultado final será muy bueno también.
De todas formas, os recuerdo el post donde explicaba cómo hacer cebolla pochada para embotar: cebolla pochada
Elaboración:
            En una sartén ya caliente, añadimos 2 cucharadas de cebolla pochada, seguido, añadimos el jamón ibérico bien troceado y lo mezclamos todo durante unos 5 minutos a fuego suave/medio (en cocinas del 1 al 9, lo tendremos entre el 3/4). Como normalmente, la cebolla pochada y el jamón tienden a soltar un poco de grasa, yo suelo volcar la sartén a un colador para quitar el excedente de aceite.
            Volvemos a añadir la cebolla y el jamón a la sartén y echamos el queso crema con un poco de nuez moscada, mezclamos una par de minutos hasta que el queso se haya integrado bien y dejamos enfriar la mezcla.
            Una vez tengamos la mezcla fría, ya podemos ir rellenando las obleas. Si no tenemos la masa fría ó templada, correremos el riesgo de que con el calor de la mezcla se rompan las obleas…así también, es una manera de poder anticiparos si no andáis con mucho tiempo, podéis hacer de víspera la preparación.
            Esto ya no tiene ningún misterio…ponemos un poco de relleno en el medio de cada oblea, la cerramos  con cuidado para que el relleno no se salga y quede más o menos repartido y sellamos la oblea con un tenedor. Le vamos apretando con las puntas por todo el borde, así no se nos escapará el relleno.
            Pintamos con un poco de huevo batido cada empanadilla, y si tenéis, espolvoread con un poco de sésamo. Ponemos las empanadillas en una fuente de horno con papel de hornear (ojo, no uséis el papel donde vienen las obleas, no es un papel apto para el horno). Horneamos durante unos 15 minutos a 200º. Lo del tiempo como siempre…varía en función de cada horno, cuando veáis que empiezan a estar doraditas las sacáis.
            Yo siempre congelo empanadillas,  y os recomiendo que lo hagáis. Espero a que estén bien frías y las envuelvo una a una con papel film transparente, las meto en una bolsita de congelar y listo! También podéis congelarlas sin hornear y directamente, del congelador al horno. Hombre, siempre quedan mucho más ricas comerlas recién horneadas…también podéis calentarlas en el horno aunque las hayáis congelado ya horneadas…ó un golpe de micro…os lo dejo a  vuestra elección!

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