Hoy quiero
compartir con vosotros mi receta de patatas con chorizo. La verdad es que es algo
bastante sencillo de hacer…muchos diréis, patatas y chorizo básicamente…y sí,
en cierto modo es así. Yo les doy mi toque personal que consiste en hacer un
buen fondo de pimientos y cebolla y le echo también unas hebras de azafrán... el resultado son unas patatas para chuparse los dedos!!! Llevo haciéndolas muchos años y creedme…no nos cansamos de ellas ;)!
- 2 Patatas grandes
- 1 Chorizo fresco (que no esté demasiado blando)
- 1 Cebolla pequeña
- 1 Pimiento verde
- 1 Pimiento rojo
- 2 Dientes de ajo
- 2 Hojas de laurel
- 1 Cucharada de pimentón (dulce, picante ó mezcla, a
vuestro gusto)
- 1 Hebras de azafrán (opcional)
Elaboración:
Lavamos
y picamos pequeñitas las verduras. En una cazuela, calentamos 2 cucharadas de
aceite y ponemos el ajo picadito a dorar. Cuando el ajo empiece a “bailar” añadimos
el resto de verduras, la cebolla y los pimientos. Echamos un poco de sal y
dejamos que las verduras se rehoguen bien durante unos 20 minutos a fuego
medio/suave (en cocinas del 1 al 9 lo haremos en el 3/4). Tened un poco de
paciencia y dejad que las verduras se rehoguen y pochen, para mí, ésta es una
de las claves para unas buenas patatas con chorizo.
Cuando
tengamos las verduras listas, añadiremos el chorizo troceado. Subimos un poco
el fuego (al 5) y dejamos que el chorizo empiece a soltar su grasa.
Mientras tanto, pelamos y cascamos las
patatas. Para cascar la patata sólo hay que meter el cuchillo y en lugar de
llegar al final tiramos de ella y la rompemos. Esto hará que la patata al
cocinarse suelte su almidón y nos ayudará a que la salsa quede más ligada.
Echamos las patatas cascadas a la cazuela, añadimos un poco de sal y el
pimentón. Mezclamos bien.
Por último, echamos las hojas de
laurel y unas hebras de azafrán que le dan un toque muy bueno. Cubrimos con
agua pero no del todo, tenemos que ver asomar las patatas. Subimos el fuego y
esperamos a que hierva, bajamos el fuego y dejamos cocinar a fuego suave (al 3
/ 4) durante unos 25 minutos ó hasta que las patatas estén tiernas. Un truco
para que tengáis una salsa bien ligada y un poco espesa es, además de cascar
las patatas, remover de vez en cuando la cazuela como si estuviéramos haciendo
un pil-pil.
La
verdad que ésta receta no es de las que se prepare en un momento pero os
garantizo que merece la pena...y si las coméis de un dia para otro mejor que
mejor! Aunque ya veis que incluso recién hechas ya dicen “cómeme”! No os
olvidéis del pan y si os gustan las piparras o guindillas encurtidas tenedlas a
mano que la mezcla es buenísima!
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