Hoy tenemos un plato de fiesta con el que nos vamos a chupar los dedos,
se trata de unos pimientos rellenos de bacalao y gambas con una salsa de
piquillos….ya sólo el título suena bien, eh? La verdad que es un plato que sí,
lleva un poco de trabajo pero como siempre digo, todo es cuestión de organizarse…el
relleno y la salsa los podemos hacer con antelación, así no hace falta que
estemos toda la mañana en la cocina. Es un plato muy agradecido también porque
se puede congelar, y ya que os ponéis manos a la obra, aprovechad para hacer
más cantidad que luego lo agradeceréis.
Para los pimientos:
- 1,5 Bote de pimientos
- 250gr de bacalao desalado*
- 150gr de gambas
- 1 Puerro
- 1 Pimiento verde pequeño
- 2 Dientes de ajo
- 4 Cucharadas de harina
- 4 Cucharadas de aceite
-700ml de leche
- Nuez moscada y sal
-1 Cucharadita de azúcar
Salsa de pimientos:
-1/2 Bote de pimientos del piquillo (más el jugo)
-250ml de nata para cocinar (si es espesa tipo “crème
fraîche mejor)
- Sal
*Si no tenéis
bacalao desalado podéis hacer lo mismo con bacalao fresco, merluza ó rape
Empezamos preparando los pimientos.
Los podríamos rellenar tal cual están pero a mí me gusta cocinar un poco los
pimientos, no cuesta nada y la verdad que quedan mucho más ricos. Para esto,
ponemos a dorar uno de los dientes de ajo en láminas con 1 cucharada de aceite.
En cuanto el ajo empiece a coger color añadimos los pimientos en entero a los
que habremos quitado las posibles pepitas del interior. Echamos un poco de sal
y azúcar y dejamos que se hagan a fuego suave durante unos 20 minutos (en
cocinas del 1 al 9 lo haremos en el 4). Pasados unos 10 minutos les damos
la vuelta con cuidado de no romperlos.
Una vez los tengamos listos, los
retiramos a un plato, parte de ellos usaremos para rellenar y otra parte para
hacer la salsa.
Para la
salsa:
Vais
a ver lo fácil y rápido que se hace y es algo que también podemos hacer con
antelación.
Calentamos la nata a fuego medio,
añadimos los pimientos troceados, el jugo y un poco de sal, mezclamos y dejamos
cocinar durante 15 minutos.
Trituramos la salsa con la batidora,
ya tenemos lista la salsa!
Para el
relleno:
Vamos con el relleno. Picamos el
diente de ajo, el pimiento verde y el puerro.
Ponemos a calentar una cucharada de
aceite en una cazuela y doramos el diente de ajo, ahora añadimos el puerro y el
pimiento verde, echamos un poco de sal y dejamos que se pochen las verduras a
fuego medio durante unos 15 minutos (en cocinas del 1 al 9 lo tendremos en el
4).
A las verduras pochadas le añadiremos
el bacalao y las gambas que lo habremos picado previamente. Si por ejemplo
queréis un relleno bien fino y que apenas se noten los trozos podéis usar el
picador de la batidora. A mí me gusta encontrarme los “tropiezos” así que yo lo
suelo picar con el cuchillo en trocitos. Como el bacalao ya tiene su punto de
sal, no tenemos que añadir más sal, pero si habéis usado un pescado fresco o
que no haya sido salado acordaros de añadir un poco de sal.
Echamos la harina y la mezclamos bien
durante un par de minutos para que pierda su sabor.
Ahora es el turno de añadir la leche,
a mí me gusta añadirla caliente ya creo que ayuda a que no salgan grumos. Vamos
removiendo mientras incorporamos la leche poco a poco, echamos un poco de nuez
moscada rallada y ahora no es más que tener un poquito de paciencia ya que
tenemos que estar un rato removiendo la beshamel.
El
tiempo siempre es orientativo porque depende mucho de la cantidad, el tipo de
fuego y tipo de cazuela que usemos. Para saber si la beshamel está en su punto
nos tenemos que fijar en la consistencia, poco a poco la mezcla se irá
engordando y cambiando de color. Llegará un momento en el que la beshamel se
despegue de los bordes de la cazuela, esa es la señal de que está lista.
Ponemos
la beshamel en un cuenco y lo tapamos con papel film y muy importante, el papel
tiene que hacer contacto con la masa, Esto evita que salga esa costra en la
parte de arriba…que no es nada malo pero no es muy agradable para comer. Esperamos
a que pierda calor y en cuanto podamos, metemos la mezcla en la nevera. Si éste
paso lo podéis hacer de víspera mucho mejor.
Os
doy un truco para rellenar los pimientos. Yo suelo usar mangas pasteleras pero
si no tenéis, os vale cualquier bolsa de plástico. Coged una jarra o un vaso
alto y colocad ahí la manga ó bolsa con la parte sobrante hacia afuera, en la
imagen creo que lo vais a ver bastante claro. Echamos el relleno, enroscamos
bien y empujamos el relleno hacia abajo y cortamos la punta. Vamos rellenando
cada pimiento, muy sencillo, verdad?
Ya
con los pimientos rellenos, sólo nos quedaría volver a colocarlos en una
tartera, cubrirlos con la salsa y dejar que todos los sabores se mezclen a
fuego suave (en el 3) durante unos 10 / 15 minutos.
Si
no os gusta encontraros los pimientos cubiertos de la salsa, no hace falta que
los volváis a cocinar un poco con la salsa, los servis calentitos y con un poco
de salsa a vuestro gusto.
Ahora
ya sólo nos falta echar mano de un buen pan y a disfrutar! Es cierto que lleva
un poco de trabajo pero de verdad, merece la pena. Y ya que os ponéis manos a
la obra, os aconsejo que hagáis más cantidad para que congeléis y es que
después de congelados quedan muy buenos también, eso sí, ya sabéis…para
congelar os recomiendo que lo hagáis en bolsitas con “zip”, de ésta manera
evitamos que nuestros congelados cojan demasiada agua, además de que así,
ahorramos espacio en el congelador.
Si
os sobra relleno…nada de tirarlo! Haced unas empanadillas (y las congeláis sin
hornear), unas tartaletas, una pasta, arroz…hasta un bocata! Que no sea por
falta de ideas…jeje!
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